Le dieron el alta al chico agredido con un botellazo en la cabeza a la salida de una fiesta: “Quiero recuperarme”
Agustín Quevedo fue operado de una craneotomía en el Hospital “Juan Domingo Perón”. En medio de un enfrentamiento resultó gravemente herido.
La madrugada del domingo 27 de octubre, durante una pelea entre jóvenes que viven en los barrios El Criollo y Eva Perón a la salida de una fiesta de Halloween, Agustín Quevedo recibió un botellazo en la cabeza. La herida le causó un traumatismo de cráneo grave con hemorragia.
Esta semana recuperó el alta y se presentó a los Tribunales porque la Justicia investiga ese hecho. En un contacto que mantuvo con los periodistas revivió lo que pasó en la pelea.
“Estaba saliendo con mis amigos y después con mi hermano. Le empezaron a decir cosas, le pegaron y yo me metí a separar”, contó. Después recuerda que fue sostenido por personal de seguridad y que notó cómo le salía sangre de un oído.
“Esperé la ambulancia un rato, cuando vino sé que me subieron, pero de ahí no me acuerdo más nada”, continuó.
Al llegar al Hospital “Juan Domingo Perón” fue sometido a una cirugía y quedó internado en terapia intensiva con asistencia respiratoria mecánica. Dos semanas después volvió a su casa.
A su hermano Maximiliano le causaron heridas con arma blanca en un brazo y otra en una pierna. Fue atendido y recuperó el alta rápido.
Quevedo aseguró que conoce a todos los chicos que estuvieron involucrados en la pelea, y manifestó que había tenido problemas previos con uno de ellos.
“Él sigue su tratamiento, todavía no está curado, así que tiene que ir a ver al neurólogo y esperar cómo va evolucionando, esto no se terminó todavía”, aseguró la mamá, Hilda, quien además agradeció al personal del Policlínico que acompañaron la recuperación de su hijo.
“Esta vez le tocó a mi hijo, que gracias a Dios me lo devolvió y es un milagro, pero las mamás que tienen a sus hijos, que los cuiden, que los eduquen, aunque este mundo está yendo de mal en peor”, dijo.
Agustín es consciente de que el ataque podría haber sido mortal: “Ahora solo quiero recuperarme”.